31. Partimos de la orilla del río Ahavá para ir a Jerusalén el día doce del mes primero. La mano de Dios estuvo con nosotros y apartó de nosotros todo ataque de enemigos y toda emboscada durante el camino.





“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina