Sirácides (Eclesiástico), 19
4. El que confía inmediatamente es un cabeza hueca, el que cede al pecado se hace daño a sí mismo.
4. El que confía inmediatamente es un cabeza hueca, el que cede al pecado se hace daño a sí mismo.
“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina