pronađen 193 Rezultati za: Abrahán

  • Entiendan, pues, que quienes toman el camino de la fe son hijos de Abrahán. (Carta a los Gálatas 3, 7)

  • La Escritura anticipó que Dios daría a los paganos la verdadera rectitud por el camino de la fe. Por eso Abrahán recibió esta promesa: La bendición pasará de ti a todas las naciones. (Carta a los Gálatas 3, 8)

  • Así los que entran por la fe reciben la bendición junto con el creyente Abrahán. (Carta a los Gálatas 3, 9)

  • De este modo la bendición de Abrahán alcanzó a las naciones paganas en Cristo Jesús: por la fe recibimos la promesa, que es el Espíritu. (Carta a los Gálatas 3, 14)

  • En el caso de Abrahán, las promesas eran para él y para su descendencia. La Escritura no dice para los descendientes, como si hubiera varios, sino que habla en singular: para tu descendencia, y ésta es Cristo. (Carta a los Gálatas 3, 16)

  • Si la herencia es el fruto de la Ley, ya no es fruto de la promesa, y precisamente la herencia era promesa y don de Dios a Abrahán. (Carta a los Gálatas 3, 18)

  • Entonces, ¿para qué la Ley? Fue añadida con miras a las desobediencias; pero solamente valía hasta que llegara ese descendiente de Abrahán para quien era la promesa, y fueron ángeles los que la concertaron, haciendo de mediador Moisés (Carta a los Gálatas 3, 19)

  • Y si ustedes son de Cristo, también son descendencia de Abrahán, y los herederos de la promesa. (Carta a los Gálatas 3, 29)

  • Está escrito que Abrahán tuvo dos hijos: uno de la esclava y el otro de la mujer libre, su esposa. (Carta a los Gálatas 4, 22)

  • Jesús no vino para hacerse cargo de los ángeles, sino de la raza de Abrahán. (Carta a los Hebreos 2, 16)

  • Tomen el ejemplo de Abrahán. Dios le hizo una promesa que confirmó con juramento y, como no había nadie más grande que Dios por quien jurar, juró invocando su propio Nombre: (Carta a los Hebreos 6, 13)

  • Y perseverando, Abrahán vio realizarse las promesas de Dios. (Carta a los Hebreos 6, 15)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina