pronađen 261 Rezultati za: Jefe

  • Tomó también a un funcionario de la ciudad que era inspector de los hombres de guerra, a cinco de los servidores del servicio doméstico del rey, que se encontraban en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del alistamiento de los ciudadanos, y a sesenta ciudadanos más que se hallaban en la ciudad. (2 Reyes 25, 19)

  • A todos éstos Nebuzardán, jefe del ejército, los tomó y los llevó a Ribla, donde el rey de Babilonia. (2 Reyes 25, 20)

  • Beerá, hijo suyo, al cual Teglatfalasar, rey de Asiria, llevó cautivo. Era jefe de los rubenitas. (1 Crónicas 5, 6)

  • Hijos de Tolá: Uzí, Refaías, Yeriel, Yajmay, Yibsam y Samuel, jefe de las casas paternas de Tolá. Su número, en los días de David, era, según sus genealogías, de veintidós mil seiscientos, valientes guerreros. Hijos de Uzí: Yizrajías. (1 Crónicas 7, 2)

  • Salum era el jefe; y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente; éstos son los porteros del campamento de los hijos de Leví. (1 Crónicas 9, 18)

  • Antiguamente su jefe había sido Finjas, hijo de Eleazar, con el que estaba Yavé. (1 Crónicas 9, 20)

  • Ya antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigía a Israel; Yavé, tu Dios, te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de mi pueblo Israel.» (1 Crónicas 11, 2)

  • Dijo David: «El que primero ataque a los jebuseos, ése será jefe y príncipe.» Subió el primero Joab, hijo de Sarvia, y pasó a ser jefe. (1 Crónicas 11, 6)

  • Esta es la lista de los héroes de David: Isbaal, hijo de Jakmoní, jefe de los tres que con su lanza mató a trescientos en una sola batalla. (1 Crónicas 11, 11)

  • Abisay, hermano de Joab, era el jefe de los Treinta. Hirió con su lanza a trescientos hombres y conquistó renombre entre los Treinta. (1 Crónicas 11, 20)

  • Adina, hijo de Sizá, el rubenita, jefe de los rubenitas, y con él treinta; (1 Crónicas 11, 42)

  • Ajiezer, el jefe y Joas, hijos de Semá, de Guibeá; Jeziel y Pélet, hijos de Azmavet; Bereká y Jehú, de Anatot; (1 Crónicas 12, 3)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina