pronađen 122 Rezultati za: enojó

  • Yavé se enojó y dijo: «Esa gente rompió la Alianza que yo había hecho con sus padres y no quieren obedecerme. (Jueces 2, 20)

  • Zebul, gobernador de la ciudad, se enteró de la propuesta de Gaal, hijo de Obed, y se enojó. (Jueces 9, 30)

  • Entonces estalló el enojo de Yavé contra Israel y los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas. (Jueces 10, 7)

  • el espíritu de Dios se apoderó de Saúl y se enojó sobremanera. (1 Samuel 11, 6)

  • Saúl se enojó mucho y el refrán no le gustó, pues comentó: «A David le han dado diez mil, y a mí me dan sólo mil; ahora, lo único que le falta es el reino.» (1 Samuel 18, 8)

  • Saúl se enojó con Jonatán y le dijo: «¡Hijo de mujer perdida! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Jesé para confusión tuya y vergüenza de tu perdida madre? (1 Samuel 20, 30)

  • Abner se enojó mucho por estas palabras y respondió: «¿Soy yo un perro? Yo me he portado muy bien con la familia de Saúl, tu padre, con sus hermanos y amigos, y no te he entregado en manos de David. Y ahora, ¿me reprochas por una mujer? (2 Samuel 3, 8)

  • David se enojó porque Yavé había muerto a Uzzá y aquel lugar se llamó Peres-Uzzá, hasta el día de hoy. (2 Samuel 6, 8)

  • David se enojó y le reprochó al mensajero tal como lo había previsto Joab. El mensajero le respondió: «Aquellos hombres nos atacaron por sorpresa, efectuando una salida a campo abierto, pero nosotros los rechazamos hasta la entrada de la puerta. (2 Samuel 11, 23)

  • Al oírlo, David se enojó muchísimo con el hombre rico y dijo a Natán: «¡Vive Yavé! El que hizo tal cosa merece la muerte; (2 Samuel 12, 5)

  • Cuando el rey David supo toda esta historia, se enojó en extremo, pero no quiso castigar a su hijo Amnón, pues era su preferido por ser el mayor. (2 Samuel 13, 21)

  • Yavé se enojó de nuevo contra los israelitas. Movió a David a que hiciera el censo de Israel y Judá. (2 Samuel 24, 1)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina