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  • Ester fue, por segunda vez, a hablar con el rey para suplicarle que dejase sin efecto las medidas adoptadas por Amán en contra de los judíos. Postrada a sus pies, lloraba y le rogaba para que no se cumplieran sus malas intenciones. (Ester 8, 3)

  • Ester, con su autoridad de reina, estampó su firma en esta segunda carta para que tuviera más valor. (Ester 9, 29)

  • Con este fin les he pedido la opinión a mis consejeros, y uno de ellos, Amán, conocido por su elevado criterio, por su total dedicación y por su fidelidad a toda prueba, que es la segunda persona importante del imperio, nos ha hecho la siguiente denuncia: (Ester 13, 3)

  • a la segunda, «Canela» y a la tercera, «Frasco de Perfumes». (Job 42, 14)

  • Los mensajeros que han mandado a nuestro pueblo nos informaron de los éxitos y de la prosperidad de su nación. Nos alegramos por su venida. (1 Macabeos 14, 21)

  • Por esta época, Antíoco preparaba una segunda expedición a Egipto. (2 Macabeos 5, 1)

  • Cuando los hombres de Judas se enteraron de la venida de Nicanor y de la invasión de los paganos, se cubrieron de polvo, invocando a Aquel que había establecido a su pueblo para siempre y que, en cada oportunidad, protegía a los suyos con milagros manifiestos. (2 Macabeos 14, 15)

  • Para cada uno determinó el tiempo de su venida y el número de sus días; les dio poder sobre las cosas de la tierra. (Sirácides (Eclesiástico) 17, 2)

  • Puso los cimientos de la segunda muralla y rodeó el Santuario con una fortificación. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 2)

  • Por segunda vez me llegó una palabra de Yavé: «Toma el cinturón que compraste y que llevas a la cintura, baja al torrente Para y escóndelo en la grieta de una roca.» (Jeremías 13, 3)

  • Estando Jeremías todavía preso en el patio de la guardia, la palabra de Yavé le llegó por segunda vez, de esta manera: (Jeremías 33, 1)

  • A su tiempo volverá contra el sur; pero esta segunda vez las cosas no saldrán como la primera. (Daniel 11, 29)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina