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  • Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. (Colosenses 1, 24)

  • el misterio que estuvo oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos. (Colosenses 1, 26)

  • Nosotros anunciamos a Cristo, exhortando a todos los hombres e instruyéndolos en la verdadera sabiduría, a fin de que todos alcancen su madurez en Cristo. (Colosenses 1, 28)

  • Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. (Colosenses 3, 3)

  • Pero ahora es necesario que acaben con la ira, el rencor, la maldad, las injurias y las conversaciones groseras. (Colosenses 3, 8)

  • Y como recordarán, los hemos exhortado y animado a cada uno personalmente, como un padre a sus hijos, (I Tesalonicenses 2, 11)

  • Pero ahora Timoteo acaba de regresar de allí con buenas noticias sobre la fe y el amor de ustedes, y él nos cuenta cómo nos recuerdan siempre con cariño y tienen el mismo deseo que nosotros de volver a vernos. (I Tesalonicenses 3, 6)

  • Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor. (I Tesalonicenses 3, 8)

  • Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. (I Tesalonicenses 4, 1)

  • y así lo están haciendo con todos los hermanos de Macedonia. Pero yo los exhorto, hermanos, a hacer mayores progresos todavía. (I Tesalonicenses 4, 10)

  • Los exhortamos también a que reprendan a los indisciplinados, animen a los tímidos, sostengan a los débiles, y sean pacientes con todos. (I Tesalonicenses 5, 14)

  • Ya saben qué es lo que ahora lo retiene, para que no se manifieste sino a su debido tiempo. (II Tesalonicenses 2, 6)


“O amor é a rainha das virtudes. Como as pérolas se ligam por um fio, assim as virtudes, pelo amor. Fogem as pérolas quando se rompe o fio. Assim também as virtudes se desfazem afastando-se o amor”. São Padre Pio de Pietrelcina