pronađen 2158 Rezultati za: Mar

  • Después de todo, en la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre. (Hebreos 12, 4)

  • Pero que pida con fe, sin vacilar, porque el que vacila se parece a las olas del mar levantadas y agitadas por el viento. (Santiago 1, 6)

  • apenas sale el sol y calienta con fuerza, la hierba se seca, su flor se marchita y desaparece su hermosura. Lo mismo sucederá con el rico en sus empresas. (Santiago 1, 11)

  • Por lo tanto, si ustedes cumplen la Ley por excelencia que está en la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, proceden bien. (Santiago 2, 8)

  • ¿Acaso Rahab, la prostituta, no fue justificada por las obras, cuando recibió a los mensajeros y les hizo tomar otro camino? (Santiago 2, 25)

  • ¿Acaso brota el agua dulce y la amarga de una misma fuente? (Santiago 3, 11)

  • ¿Acaso, hermanos, una higuera puede producir aceitunas, o higos una vid? Tampoco el mar puede producir agua dulce. (Santiago 3, 12)

  • Por su obediencia a la verdad, ustedes se han purificado para amarse sinceramente como hermanos. Ámense constantemente los unos a los otros con un corazón puro, (I Pedro 1, 22)

  • Porque toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo: la hierba se seca y su flor se marchita, (I Pedro 1, 24)

  • Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz: (I Pedro 2, 9)

  • También las mujeres sean dóciles a su marido, para que si alguno de ellos se resiste a creer en la Palabra, sea convencido sin palabra por la conducta de su mujer, (I Pedro 3, 1)

  • Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que tenían su esperanza puesta en Dios y respetaban a sus maridos, (I Pedro 3, 5)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina