pronađen 1892 Rezultati za: pon

  • Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y él a mí: "Yo soy Jesús Nazoreo, a quien tú persigues." (Hechos 22, 8)

  • Yo dije: "¿Qué he de hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas." (Hechos 22, 10)

  • Yo respondí: "Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti; (Hechos 22, 19)

  • Acudió el tribuno y le preguntó: «Dime, ¿eres ciudadano romano?» - «Sí», respondió. (Hechos 22, 27)

  • Se levantó, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y se oponían diciendo: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló algún espíritu o un ángel?» (Hechos 23, 9)

  • Entonces el procurador concedió la palabra a Pablo y éste respondió: «Yo sé que desde hace muchos años vienes juzgando a esta nación; por eso con toda confianza voy a exponer mi defensa. (Hechos 24, 10)

  • Entonces Festo deliberó con el Consejo y respondió: «Has apelado al César, al César irás.» (Hechos 25, 12)

  • Yo les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a un hombre antes de que el acusado tenga ante sí a los acusadores y se le dé la posibilidad de defenderse de la acusación. (Hechos 25, 16)

  • Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y me dijo el Señor: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. (Hechos 26, 15)

  • Pero levántate, y ponte en pie; pues me he aparecido a ti para constituirte servidor y testigo tanto de las cosas que de mí has visto como de las que te manifestaré. (Hechos 26, 16)

  • Soplaba ligeramente entonces el viento del sur y creyeron que podían poner en práctica su propósito; levaron anclas y fueron costeando Creta de cerca. (Hechos 27, 13)

  • Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora que salía huyendo del calor, hizo presa en su mano. (Hechos 28, 3)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina