pronađen 301 Rezultati za: batalla de Jonatán

  • "Claro, no ha entregado el dinero y los hijos, y por esto ha muerto Jonatán". (I Macabeos 13, 18)

  • Envió los hijos y los tres mil cuatrocientos kilos de plata, pero Trifón faltó a la palabra y no puso en libertad a Jonatán. (I Macabeos 13, 19)

  • Cerca de Bascama mató a Jonatán y lo sepultó allí. (I Macabeos 13, 23)

  • Simón mandó a buscar los restos de Jonatán y los sepultó en Modín, la ciudad de sus padres. (I Macabeos 13, 25)

  • Cuando llegó a Roma y a Esparta la noticia de la muerte de Jonatán, se afligieron profundamente. (I Macabeos 14, 16)

  • le escribieron en tablas de bronce para renovar el tratado de amistad concertado con sus hermanos Judas y Jonatán. (I Macabeos 14, 18)

  • Jonatán realizó la unidad de su nación, llegó a ser sumo sacerdote y fue luego a reunirse con los suyos. (I Macabeos 14, 30)

  • Mientras el sacrificio se iba consumiendo, los sacerdotes y todos los demás hacían oración. Jonatán entonaba y los demás, con Nehemías, continuaban. (II Macabeos 1, 23)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, choques y asaltos de unos contra otros, vibración de escudos, lanzas innumerables, espadas desenvainadas, tiros de flechas, brillar de armaduras y corazas de toda especie. (II Macabeos 5, 3)

  • y el que tuvo lugar en Babilonia en la batalla contra los gálatas, en la que lucharon ocho mil judíos y cuatro mil macedonios; y a pesar de que los macedonios no sabían qué hacer, los ocho mil judíos aniquilaron a ciento veinte mil enemigos con la ayuda que les vino del cielo, y consiguieron un gran botín. (II Macabeos 8, 20)

  • Al frente de cada una puso a sus hermanos Simón, José y Jonatán, cada uno con mil quinientos hombres. (II Macabeos 8, 22)

  • Al salir el sol, se entabló la batalla. Unos llevaban como garantía de éxito y de victoria, además del valor y esfuerzo personal, la confianza ciega en su Señor; los otros, en cambio, sólo su propio odio. (II Macabeos 10, 28)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina