20. Pero la Bestia fue capturada, junto con el falso profeta -aquel que realizaba prodigios delante de la otra Bestia, y así logró seducir a los que llevaban la marca de la Bestia y adoraban su imagen- y ambos fueron arrojados vivos al estanque de azufre ardiente.





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina