14. A la madrugada del día siguiente, Abraham tomó un poco de pan y un odre con agua y se los dio a Agar; se los puso sobre las espaldas, y la despidió junto con el niño. Ella partió y anduvo errante por el desierto de Berseba.





“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina