Salmos, 124
6. ¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó como presa de sus dientes!
6. ¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó como presa de sus dientes!
“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina