Salmos, 124
6. ¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó como presa de sus dientes!
6. ¡Bendito sea el Señor, que no nos entregó como presa de sus dientes!
El Salmo 124 es un himno de agradecimiento que celebra la protección de Dios contra los enemigos. El salmista expresa gratitud por la liberación de Dios y afirma que si no fuera por el Señor, habrían sido destruidos. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 124:
Salmo 121:8: "El Señor mantendrá su partida y su entrada de ahora en adelante y para siempre". Este versículo afirma la protección de Dios sobre los hijos de Israel en todos sus viajes, tanto en sus salidas como en sus entradas.
Salmo 125:2: "Así como están alrededor de Jerusalén, las colinas, el Señor ha estado cerca de su pueblo de ahora en adelante y para siempre". Este versículo compara la protección de Dios alrededor de su pueblo con el paisaje montañoso de Jerusalén a su alrededor.
Salmo 118:13: "Me empujaron a derribarme, pero el Señor me ayudó". Este versículo habla sobre la ayuda que Dios ofrece en tiempos de peligro y adversidad cuando los enemigos intentan derrocar al salmista.
Salmo 91:11: "Porque sus ángeles le darán orden que lo mantenga en todos sus sentidos". Este versículo habla sobre la protección angelical de Dios sobre aquellos que lo temen y lo aman.
Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, ayuda bien presente en angustia". Este versículo afirma la protección de Dios como una fortaleza inquebrantable que ofrece refugio en tiempos de necesidad y angustia.
“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina