Salmos, 19

12. También a mí me instruyen: observarlos es muy provechoso.

Stihovi vezani uz Salmos, 19:

El Salmo 19 es un poema que celebra la grandeza y la gloria de Dios, manifestada a través de la creación y su ley. El salmista comienza a alabar a Dios por su creación, luego habla sobre la perfección de la ley del Señor y su importancia para la vida del hombre. Finalmente, le pide a Dios que lo proteja de sus propios pecados y que las palabras de su boca y la meditación de su corazón son agradables para él.

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no confíes en tu propio entendimiento; reconoce al Señor en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". El Salmo 19 habla sobre la perfección y la importancia de la ley del Señor, y este versículo del Libro de Proverbios enfatiza la importancia de confiar en Dios en todas las formas y no en nuestra propia comprensión limitada.

Romanos 1:20: Porque desde la creación del mundo, los atributos invisibles de Dios, su poder eterno y su naturaleza divina, se han visto claramente, siendo entendidos a través de las cosas creadas, para que tales hombres sean indescopables ". Este verso del Libro de Romanos habla sobre la revelación de Dios a través de la creación, que es un tema central del Salmo 19.

Salmo 119:105: "La lámpara para mis pies es tu palabra y luz a mi manera". El Salmo del Salmo 19 celebra la perfección de la Ley del Señor, y este versículo del Salmo 119 refuerza esta idea, afirmando que la Palabra de Dios es una lámpara para nuestros pies y una luz a nuestro camino.

Colosenses 1:16-17: "Porque todas las cosas fueron creadas en él en el cielo y en la tierra, lo visible y lo invisible, ya sean tronos o soberanías, poderes o autoridades; todas las cosas fueron creadas por él y para él. Todas las cosas, y en eso todo subsiste ". Este verso del Libro de Colosenses destaca la grandeza de Dios como creador, un tema central para el Salmo 19.

Salmo 119:18: "Abre los ojos, para que pueda ver las maravillas de tu ley". El salmista del Salmo 19 habla de la perfección de la Ley del Señor, y este verso del Salmo 119 le pide a Dios que abra los ojos del salmista para que pueda ver las maravillas de la ley de Dios.