26. Levantaron sobre él un gran montón de piedras, que existe todavía hoy. Así Yahveh se calmó del furor de su cólera. Por eso se llama aquel lugar Valle de Akor hasta el día de hoy.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina