Mateo, 25

La Biblia de Jerusalén

1 «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio.

2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.

3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite;

4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas.

5 Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron.

6 Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"

7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

8 Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan."

9 Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis."

10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.

11 Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!"

12 Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco."

13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.

14 «Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda:

15 a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.

16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.

17 Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.

18 En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.

19 Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.

20 Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado."

21 Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."

22 Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado."

23 Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."

24 Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.

25 Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."

26 Mas su señor le respondió: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí;

27 debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses.

28 Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos.

29 Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

30 Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."

31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.

32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.

33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;

36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."

37 Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?

38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?

39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"

40 Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."

41 Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.

42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;

43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis."

44 Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"

45 Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."

46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»




Versículos relacionados com Mateo, 25:

San Mateo 25 presenta tres parábolas de Jesús durante el fin de los tiempos y el juicio final. La primera es la parábola de las diez vírgenes, que muestra la importancia de la preparación y la vigilancia para la venida del novio, que simboliza a Jesús. El segundo es la parábola del talento, que enfatiza la responsabilidad que cada uno tiene que usar los dones que Dios le ha dado por el bien común y el crecimiento del reino de Dios. La tercera es la parábola de ovejas y cabras, que muestra que el juicio final se basará en nuestras acciones de amor y servicio a los demás.

1 Corintios 12:7: "Pero cada uno tiene la manifestación del Espíritu para el beneficio común". Así como la parábola de talentos enseña, Dios nos ha dado dones y talentos específicos que debemos usar para el bien de los demás y la gloria de Dios.

Santiago 1:22: "Sede de la palabra, no solo oyentes, engañándote con discursos falsos". La parábola de las diez vírgenes enfatiza la importancia de la vigilancia y la preparación para la llegada del novio. Esta vigilancia incluye escuchar y obedecer la Palabra de Dios.

1 Juan 3:17: "Ahora el que tiene recursos de este mundo y viene a su hermano para sufrir necesidad, y cierre su corazón, ¿cómo puede permanecer el amor de Dios en él?" La parábola de ovejas y cabras enseña que el juicio final se basará en nuestras acciones de amor y servicio a los demás. Este versículo particular enfatiza la importancia de compartir nuestros recursos con los necesitados.

1 Tesalonicenses 5:6: "No dormimos, por lo tanto, como los demás, pero observamos y estamos sobrios". La parábola de las diez vírgenes enfatiza la importancia de la vigilancia y la preparación para la llegada del novio. Este versículo en particular enfatiza la necesidad de estar alerta y vigilante espiritualmente.

Romanos 12:13: "Comuníquese con los santos en sus necesidades, seguí la hospitalidad". La parábola de ovejas y cabras enseña que el juicio final se basará en nuestras acciones de amor y servicio a los demás. Este versículo particular enfatiza la importancia de mostrar hospitalidad y compartir lo que tenemos con los hermanos en la fe.



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