24. Timoteo vino a caer en manos de las tropas de Dositeo y Sosípatro. Pedía con gran astucia que le perdonasen la vida, pues estaban en sus manos los padres y hermanos de muchos judíos, los cuales no serían perdonados si le mataban a él.





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina