II Reyes, 25
11. Nebuzardán, jefe de la escolta, deportó al resto de la población que quedaba en la ciudad, a los prófugos que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la plebe.
11. Nebuzardán, jefe de la escolta, deportó al resto de la población que quedaba en la ciudad, a los prófugos que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la plebe.
“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina