26. Es la irradiación de la luz eterna, el espejo sin tacha de la actividad de Dios y la imagen de su perfección.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina