Talált 2587 Eredmények: Ana

  • Misraim fue padre de los luditas, anamitas, lehabitas, naftujitas, (Génesis 10, 13)

  • Canaán tuvo hijos: Sidón su primogénito, el Heteos, (Génesis 10, 15)

  • el Aradio, el Samareo y el Amateo. Luego se dispersaron las familias de los cananeos, (Génesis 10, 18)

  • Estos ocuparon la región comprendida entre Mesa, en dirección a Sefar, y la montaña que está al oriente. (Génesis 10, 30)

  • Terá tomó consigo a su hijo Abram, a su nieto Lot, hijo de Harán, y a su nuera Saray, esposa de Abram, y los sacó de Ur de Caldea para llevarlos al país de Canaán. Pero al llegar a Jarán se establecieron allí. (Génesis 11, 31)

  • Abram tomó a su esposa Saray y a Lot, hijo de su hermano, con toda la fortuna que había acumulado y el personal que había adquirido en Jarán, y se pusieron en marcha hacia la tierra de Canaán. (Génesis 12, 5)

  • Entraron en Canaán, y Abram atravesó el país hasta llegar al lugar sagrado de Siquem, al árbol de Moré. En aquel tiempo los cananeos ocupaban el país. (Génesis 12, 6)

  • Desde allí pasó a la montaña, al oriente de Betel, y plantó su tienda de campaña, teniendo Betel al oeste y Hay al oriente. También aquí edificó un altar a Yavé e invocó su Nombre. (Génesis 12, 8)

  • Di, pues, que eres mi hermana; esto será mucho mejor para mí, y me respetarán en consideración a ti.» (Génesis 12, 13)

  • Y yo la hice mi mujer porque me dijiste que era tu hermana. ¡Ahí tienes a tu esposa! ¡Tómala y márchate!» (Génesis 12, 19)

  • Hubo una pelea entre los pastores del rebaño de Abram y los de Lot. (Los cananeos y los perezeos habitaban en el país en aquel tiempo). (Génesis 13, 7)

  • Abram se estableció en Canaán, y Lot en las ciudades del valle, llevando sus tiendas desde allí hasta Sodoma. (Génesis 13, 12)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina