Talált 2587 Eredmények: Ana

  • Labán y Batuel respondieron: «En todo esto está la mano de Yavé, y no tenemos nada que añadir. (Génesis 24, 50)

  • Luego él y sus acompañantes comieron y bebieron. Pasaron allí la noche, y a la mañana siguiente, apenas se levantaron, él dijo: «Permítanme volver donde mi señor.» (Génesis 24, 54)

  • Entonces dejaron partir a su hermana Rebeca y a su nodriza con el servidor de Abrahán y sus hombres. (Génesis 24, 59)

  • Y bendijeron a Rebeca, diciendo: «Hermana nuestra, ojalá des vida a multitudes, y que tus descendientes se impongan a sus enemigos.» (Génesis 24, 60)

  • Abrahán fue padre de Isaac. Cuando Isaac tenía cuarenta años, tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.Nacimiento de Esaú y Jacob (Génesis 25, 20)

  • Yavé le dijo: «Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se separarán desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.» (Génesis 25, 23)

  • Cuando la gente de aquel país le preguntaba quién era la mujer que iba con él, les decía: «Es mi hermana». Porque tenía miedo a decir que era su esposa, para que no lo fueran a matar por causa de Rebeca, que era muy bonita. (Génesis 26, 7)

  • Llevaba ya bastante tiempo allí, cuando Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, sorprendió a Isaac acariciando a Rebeca. (Génesis 26, 8)

  • Entonces Abimelec mandó llamar a Isaac y le dijo: «¡No puedes negar que es tu mujer! ¿Por qué has declarado que es tu hermana?» Isaac le contestó: «Es que pensé que por causa de ella me podrían matar.» (Génesis 26, 9)

  • Abimelec vino desde Guerar a verlo, acompañado de su amigo Ajuzat, y de Ficol, jefe de su ejército. (Génesis 26, 26)

  • Isaac respondió: «Tu hermano ha venido, me ha engañado y se ha tomado tu bendición.» (Génesis 27, 35)

  • Entonces Isaac llamó a su hijo Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer cananea. (Génesis 28, 1)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina