Talált 62 Eredmények: Betel

  • Entonces todos los israelitas y todo el pueblo subieron a Betel. Allí lloraron, sentados delante de Yavé, ayunaron todo el día hasta la tarde y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión delante de Yavé, (Jueces 20, 26)

  • Entonces salieron los hijos de Benjamín a su encuentro, pero los de Israel les cortaron el paso para volver a la ciudad. Comenzaron como las otras veces a matar gente de Israel por los caminos que suben uno a Betel y otro a Guibea: mataron como a treinta hombres. (Jueces 20, 31)

  • El pueblo fue a Betel y allí se sentaron frente a Yavé hasta la tarde, clamando y llorando con grandes gemidos. (Jueces 21, 2)

  • Pero se dijeron: «Es ahora la fiesta de Yavé, que se celebra todos los años en Silo, al norte de Betel, al oriente de la calzada que sube de Betel a Siquem, y al sur de Leboná.» (Jueces 21, 19)

  • Samuel fue juez de Israel mientras vivió. Cada año hacía un recorrido por Betel, (1 Samuel 7, 15)

  • Siguiendo más allá te toparás con tres hombres que suben a ver a Dios en Betel. Uno de ellos llevará tres cabritos; el otro, tres panes, y el tercero, una botella de vino. (1 Samuel 10, 3)

  • Saúl eligió tres mil hombres de Israel, de los cuales dos mil estaban con él en Micmas y en los cerros de Betel, y mil con Jonatán en Guibea de Benjamín. En cuanto al resto del pueblo, lo devolvió a sus carpas. (1 Samuel 13, 2)

  • Colocó uno de los terneros en Betel, y el otro en Dan. (1 Reyes 12, 29)

  • También decretó una fiesta que se celebraba el quince del octavo mes, semejante a la que se celebraba en Judá, y en esta ocasión él mismo subió al altar. Esto ocurrió en Betel, donde ofreció sacrificios a los terneros, y estableció sacerdotes para los santuarios de las lomas que había levantado. (1 Reyes 12, 32)

  • Por orden de Yavé un hombre de Dios salió del país de Judá y llegó a Betel en el momento en que el rey Jeroboam, de pie al lado del altar, se preparaba a quemar incienso. (1 Reyes 13, 1)

  • Cuando el rey oyó las palabras del hombre de Dios y lo que decía contra el altar de Betel, extendió su mano que tenía puesta sobre el altar, diciendo: «Aprésenlo.» (1 Reyes 13, 4)

  • Y no regresó por el camino que había llegado a Betel, sino por otro. (1 Reyes 13, 10)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina