Talált 352 Eredmények: Desierto

  • De esta forma Josué conquistó toda la parte de los cerros, el desierto de Negueb, el llano y las pendientes con sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que consagró en anatema a todo ser viviente, según Yavé lo había ordenado. (Josué 10, 40)

  • Es el país que Josué repartió a las tribus de Israel, a cada una su porción, tanto en los cerros como en los valles y campiñas, en el desierto y en el Negueb. Ahí vivían los heteos, los amorreos, los cananeos, los fereceos, los jeveos y los jebuseos. (Josué 12, 8)

  • Ahora bien, Yavé, cumpliendo su palabra, me ha permitido vivir hasta hoy. Hace cuarenta y cinco años que Yavé dio esta orden a Moisés, cuando Israel peregrinaba en el desierto. (Josué 14, 10)

  • Los hijos de Judá, según sus familias, recibieron por suerte la siguiente parte: Desde la frontera de Edom hasta el desierto de Zin en dirección al sur. (Josué 15, 1)

  • En el desierto, Betarabá, Meddin y Sesaca, (Josué 15, 61)

  • La tierra que le correspondió por suerte a los hijos de José se extendía al oriente, desde el Jordán, frente a Jericó, por el desierto que desde Jericó sube al norte de Betel. (Josué 16, 1)

  • Se extendía por el norte desde el Jordán; la frontera seguía por Jericó y subía a los cerros hacia el occidente, llegando al desierto de Betaven. (Josué 18, 12)

  • Más allá del Jordán, al oriente de Jericó, destinaron a Bosor, situada en el desierto de la meseta de la tribu de Rubén; a Ramot en Galaad, de la tribu de Gad, y a Golán en Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • De la tribu de Rubén, más allá del Jordán enfrente de Jericó, a Bosor, en el desierto, ciudad de refugio, y Jaseh, (Josué 21, 36)

  • Entonces clamaron a Yavé y él puso densas tinieblas entre ustedes y los egipcios; hizo retroceder el mar sobre ellos y los sumergió. Ustedes han presenciado todas estas cosas que hice en Egipto y, después, estuvieron mucho tiempo en el desierto. (Josué 24, 7)

  • Ella respondió: «Hazme un favor; ya que me has dado el desierto de Negueb, dame también las Fuentes de Agua.» Y Caleb le dio las Fuentes de Arriba y las de Abajo. (Jueces 1, 15)

  • También los hijos del Quenita, suegro de Moisés, subieron con la gente de Judá desde la ciudad de las Palmeras a esa parte del desierto de Judá que limita con el Negueb de Arad, y se quedaron entre ellos. (Jueces 1, 16)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina