Talált 141 Eredmények: Incienso

  • Hijos míos, no sean ya descuidados, porque Yavé los ha elegido a ustedes para que le sirvan en su ministerio, para ser sus ministros y para quemarle incienso.» (2 Crónicas 29, 11)

  • Se levantaron y quitaron los altares que había en Jerusalén, quitaron también todos los altares en que se quemaba incienso y los arrojaron al torrente Cedrón. (2 Crónicas 30, 14)

  • ¿No es este mismo Ezequías el que ha quitado los santuarios altos y los altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Ante un solo altar se postrarán y sobre él quemarán incienso? (2 Crónicas 32, 12)

  • Ellos me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, irritándome con todas las obras de sus manos, y por eso mi cólera se ha derramado sobre este lugar y no se apagará. (2 Crónicas 34, 25)

  • le había proporcionado a éste un departamento amplio, donde anteriormente se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, es decir, lo que pertenecía a los levitas, a los cantores y porteros, y la contribución para los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)

  • y mandé purificar los departamentos y volver a poner en ellos los utensilios de la Casa de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)

  • Judit se arrodilló con el rostro inclinado, puso ceniza sobre su cabeza y dejó ver el saco que tenía puesto. Era precisamente a la misma hora en que se ofrecía en la Casa de Dios de Jerusalén el incienso de la tarde. Y dirigió su voz al Señor, diciendo: (Judit 9, 1)

  • Entran luego las aguas en ebullición, el agua borbotea como carbones de incienso. (Job 41, 23)

  • ¡Suba a ti mi oración como el incienso, mis manos que a ti levanto sean como la ofrenda de la tarde! (Salmos 141, 2)

  • Quemaban incienso en las puertas de sus casas y en las plazas. (1 Macabeos 1, 55)

  • Cuando terminó de decir estas palabras, un judío se adelantó a la vista de todos para ofrecer incienso sobre el altar que se había construido en Modín, según el decreto del rey. (1 Macabeos 2, 23)

  • Quemaron incienso en el altar, encendieron las lámparas del candelabro, y éstas empezaron a brillar en el Templo. (1 Macabeos 4, 50)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina