Talált 122 Eredmények: Jóvenes

  • Y si mueren jóvenes, será sin esperanza: la espera del juicio no les servirá de consuelo. (Sabiduría 3, 18)

  • Por eso el Señor no tendrá compasión de sus jóvenes, y tratará sin piedad a sus huérfanos y viudas. Todo este pueblo es hipocrita y perverso, y no tienen en la boca más que estupideces. Ni con eso se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazante. (Isaías 9, 18)

  • Sus arcos tiran al suelo a los jóvenes, ni siquiera se compadecen del fruto de las entrañas y miran sin lástima a los niños. (Isaías 13, 18)

  • De la misma manera conducirá el rey de Asur a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía. Jóvenes o viejos, los llevará desnudos, sin zapatos y con las nalgas al aire.» (Isaías 20, 4)

  • ¡Qué vergüenza, Sidón! Tú preguntas: «¿Acaso no he tenido hijos y sufrido los dolores de parto, educado a jóvenes y niñas?» (Isaías 23, 4)

  • Asur caerá sin intervención de hombre, una espada no de hombre lo devorará. El huirá ante esa espada, y sus jóvenes serán hechos prisioneros (Isaías 31, 8)

  • Mientras los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse, (Isaías 40, 30)

  • «La muerte ha trepado por nuestras ventanas y ha entrado en nuestros palacios; ha segado al niño en la calle, a los jóvenes en la plaza. (Jeremías 9, 20)

  • Yavé dice: «Por eso les pediré cuentas. Sus jóvenes serán muertos a espada; sus hijos y sus hijas perecerán de hambre. (Jeremías 11, 22)

  • Sus viudas son más numerosas que las arenas del mar. He dejado caer al salteador, en pleno día, sobre las madres de los jóvenes guerreros; de repente, se han apoderado de ellas el miedo y el terror. (Jeremías 15, 8)

  • ¡Entrega, pues, sus hijos al hambre, déjalos a merced de la espada! Que sus mujeres se queden sin hijos ni maridos. ¡Que sus esposos sean muertos por la peste y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra! (Jeremías 18, 21)

  • Entonces la muchacha bailará de alegría, jóvenes y viejos vivirán felices; cambiaré su tristeza en alegría, los consolaré, los haré reír después de sus penas. (Jeremías 31, 13)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina