Talált 43 Eredmények: Llevaban

  • Zebaj y Salmuná dijeron entonces: «Levántate tú y mátanos, porque, según es el hombre, es su valentía.» Gedeón se levantó y los mató a los dos, y tomó para sí los adornos que sus camellos llevaban al cuello. (Jueces 8, 21)

  • Dijo entonces el rey a Doeg: «Acércate tú y da muerte a los sacerdotes.» El edomita Doeg se acercó e hirió de muerte a los sacerdotes; aquel día mató ochenta y cinco hombres que llevaban traje sacerdotal. (1 Samuel 22, 18)

  • David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los guardias de Hadadezer y los llevó a Jerusalén. (2 Samuel 8, 7)

  • El sacerdote Sadoc y todos los levitas llevaban el Arca de la Alianza. La colocaron junto a Abiatar hasta que todos salieron de la ciudad. (2 Samuel 15, 24)

  • Llevaban la cebada y la paja para los caballos y mulos, al lugar donde el rey estaba, cada uno según su turno. (1 Reyes 4, 28)

  • y los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y tomaba agua del torrente. (1 Reyes 17, 6)

  • Jazael fue donde Eliseo, llevando consigo todo lo mejor que se podía encontrar en Damasco; cuarenta camellos llevaban este regalo. Al llegar junto a Eliseo, le dijo: «Tu hijo, Ben-Hadad, rey de Aram, me ha enviado a ti para preguntarte: ¿Sobreviviré de esta enfermedad?» (2 Reyes 8, 9)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés, eran hombres valientes, llevaban escudo y espada, manejaban el arco y eran diestros en la guerra. Eran 44.760, listos para la guerra. (1 Crónicas 5, 18)

  • David tomó los escudos de oro que llevaban los servidores de Hadadezer y los llevó a Jerusalén. De Tibjat y Kun, ciudades de Hadadezer, (1 Crónicas 18, 7)

  • Cuando el rey iba a la Casa de Yavé, los hombres de la guardia los llevaban, y después los devolvían a la sala de la guardia. (2 Crónicas 12, 11)

  • Edificaron y prosperaron. Asá tenía un ejército de trescientos mil hombres de Judá, que llevaban escudos grandes y lanzas, y doscientos ochenta mil de Benjamín, que llevaban el escudo pequeño y eran arqueros, todos ellos esforzados guerreros. (2 Crónicas 14, 7)

  • Cuando llevaban la caja a los inspectores del rey, por medio de los levitas, si veían que había mucho dinero, venía el secretario del rey y el inspector del sumo sacerdote para vaciar la caja; luego la tomaban y volvían a su lugar. Así lo hacían cada día, y recogían dinero en abundancia. (2 Crónicas 24, 11)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina