Talált 43 Eredmények: Llevaban

  • y los constructores llevaban una espada colgada a la cintura. Había un corneta junto a mí, para tocar el cuerno. (Nehemías 4, 12)

  • Llevaban la firma y el sello del rey Asuero y fueron distribuidas por correos a caballo, que, montando en corceles de las caballerizas reales, se dirigieron rápidamente a su destino cumpliendo órdenes del rey. (Ester 8, 10)

  • Los elefantes llevaban sobre sí una torre fuerte de madera, sujeta con un correaje; en esa torre había cuatro combatientes, además del conductor. (1 Macabeos 6, 37)

  • Estos perseguían y hacían investigaciones sobre todos los amigos y partidarios de Judas y los llevaban a Báquides, quien los castigaba y los humillaba de mil maneras. (1 Macabeos 9, 26)

  • Después de esto, anunciaron a Jonatán y a Simón, su hermano, que los descendientes de Jambri estaban celebrando una boda solemne y que llevaban desde Nadabat, con gran pompa, a la novia, hija de uno de los magnates de Canaán.) (1 Macabeos 9, 37)

  • Apenas salido el sol, se entabló la batalla. Unos llevaban como garantía de éxito y victoria, además de su valor, la confianza en su Señor; otros combatían inspirados por el odio. (2 Macabeos 10, 28)

  • Judas vio que los hombres de Esdrías estaban muy cansados, pues llevaban mucho tiempo luchando. Por eso suplicó al Señor que se hiciera su aliado y los encabezara en el combate. (2 Macabeos 12, 36)

  • El Señor escuchó su voz y cuando la llevaban a la muerte, (Daniel 13, 44)

  • Vi inmediatamente que aparecían dos mujeres. El viento levantaba sus alas, pues llevaban alas parecidas a las de la cigüeña. Se llevaron volando el cajón. (Zacarías 5, 9)

  • Cuando pregunté al ángel que me hablaba a dónde lo llevaban, me dijo: (Zacarías 5, 10)

  • Y mientras Jesús les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le trajeron un paralítico que llevaban tendido en una camilla. (Evangelio según San Marcos 2, 3)

  • Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los llevaban a Jesús y él los sanaba imponiéndoles las manos a cada uno. (Evangelio según San Lucas 4, 40)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina