Talált 345 Eredmények: Luz

  • Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. (Evangelio según San Juan 3, 20)

  • Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.» (Evangelio según San Juan 3, 21)

  • Juan era una antorcha que ardía e iluminaba, y ustedes por un tiempo se sintieron a gusto con su luz. (Evangelio según San Juan 5, 35)

  • Jesús les habló de nuevo diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida.» (Evangelio según San Juan 8, 12)

  • Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.» (Evangelio según San Juan 9, 5)

  • Jesús les contestó: «No hay jornada mientras no se han cumplido las doce horas. El que camina de día no tropezará, porque ve la luz de este mundo; (Evangelio según San Juan 11, 9)

  • pero el que camina de noche tropezará; ése es un hombre que no tiene en sí mismo la luz.» (Evangelio según San Juan 11, 10)

  • Jesús les contestó: «Todavía por un poco más de tiempo estará la luz con ustedes. Caminen mientras tienen luz, no sea que les sorprenda la oscuridad. El que camina en la oscuridad no sabe adónde va. (Evangelio según San Juan 12, 35)

  • Mientras tengan la luz, crean en la luz y serán hijos de la luz.» Así habló Jesús; después se fue y ya no se dejó ver más. (Evangelio según San Juan 12, 36)

  • Yo he venido al mundo como luz, para que todo el que crea en mí no permanezca en tinieblas. (Evangelio según San Juan 12, 46)

  • La mujer se siente afligida cuando está para dar a luz, porque le llega la hora del dolor. Pero después que ha nacido la criatura, se olvida de las angustias por su alegría tan grande; piensen: ¡un ser humano ha venido al mundo! (Evangelio según San Juan 16, 21)

  • Mientras iba de camino, ya cerca de Damasco, le envolvió de repente una luz que venía del cielo. (Hecho de los Apóstoles 9, 3)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina