Talált 67 Eredmények: Quedé

  • Cada tres años repartía el tercer diezmo a los huérfanos, viudas y extranjeros que convivían con los israelitas, celebrando una comida con ellos conforme a lo ordenado en la ley de Moisés y a los preceptos de Débora, madre de mi padre, la cual me crió cuando me quedé huérfano por la muerte de mi padre. (Tobías 1, 8)

  • Todos mis bienes fueron confiscados para el tesoro real. Sólo quedé con mi esposa Ana y mi hijo Tobías. (Tobías 1, 20)

  • No sabía que arriba de la pared había gorriones, los cuales dejaron caer sus excrementos que, calientes, cayeron sobre mis ojos, causándome manchas blancas. Fui a los médicos para que me sanaran, pero mientras más remedios me ponían, menos veía, hasta que quedé ciego. Estuve cuatro años sin ver. Mis hermanos estaban afligidos; Ajikar se preocupó de mi alimentación durante dos años, hasta que se trasladó a Elimaida. (Tobías 2, 10)

  • El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las trampas que maquina.. (Salmos 10, 2)

  • A ti, Señor, elevo mi alma, a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos. (Salmos 25, 2)

  • Defiende mi vida, líbrame: no quede confundido de haber confiado en ti. (Salmos 25, 20)

  • A ti, Señor, me acojo, no quede yo nunca defraudado: ¡tú que eres justo, ponme a salvo! (Salmos 31, 2)

  • Que mi alma quede limpia de malicia, purifícame tú de mi pecado. (Salmos 51, 4)

  • Que su propiedad quede devastada y sus carpas sin habitantes, (Salmos 69, 26)

  • ¡Ya que amó la maldición, que con él se quede; no quiso a la bendición, que lo abandone! (Salmos 109, 17)

  • Que cumpla mi corazón sin falla tus preceptos para que no quede avergonzado. (Salmos 119, 80)

  • Mientras te quede un soplo de vida, no entregues a nadie tu libertad. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 21)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina