Talált 83 Eredmények: Virgen María

  • La joven era muy bella y aún virgen, pues no había tenido contacto con ningún hombre. Bajó a la fuente, llenó el cántaro y subió. (Génesis 24, 16)

  • El sumo sacerdote tomará mujer virgen. No tomará una viuda o una mujer despedida, o deshonrada o prostituta. (Levítico 21, 13)

  • Solamente tomará una mujer virgen de su pueblo. (Levítico 21, 14)

  • el cual tuvo por esposa a Jocabed, descendiente de Leví, que nació en Egipto. Amram tuvo de ella a Aarón, Moisés y María, su hermana. (Números 26, 59)

  • con una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite virgen, como oblación. (Números 28, 5)

  • El padre de la joven dirá a los jueces: «He dado a mi hija por esposa a este hombre, pero ya no la quiere, y ahora pretende que no la tomó virgen. (Deuteronomio 22, 16)

  • Lo multarán además en cien monedas de plata, que entregarán al padre de la joven, por haber difamado a una virgen de Israel. El marido tendrá que tomarla como esposa y no podrá repudiarla en toda su vida. (Deuteronomio 22, 19)

  • Si un hombre encuentra a una joven virgen, no prometida en matrimonio a otro hombre, y a la fuerza la viola y luego son sorprendidos, (Deuteronomio 22, 28)

  • Aquí está mi hija, que es virgen, y también la concubina de mi compañero. Si quieren, se las entregaré. Abusen con ellas y hagan con ellas lo que les parezca, pero no cometan contra este hombre semejante infamia.» (Jueces 19, 24)

  • Ese amor por Tamar era tan violento que Amnón llegó a enfermar, pues, sabiendo que era virgen, le pa recía imposible conseguir algo de ella. (2 Samuel 13, 2)

  • Entonces dijeron sus servidores: «Vamos a buscarle al rey una jovencita virgen para que lo acompañe y se acueste con él, a ver si así no tiene frío.» (1 Reyes 1, 2)

  • Esta es la sentencia que Yavé pronuncia contra él: La virgen, hija de Sión, te desprecia y se burla de ti. Mueve la cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén. (2 Reyes 19, 21)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina