Talált 61 Eredmények: apoderó

  • Cuando el sol estaba a punto de ponerse, Abram cayó en un profundo sueño y se apoderó de él un terror y una gran oscuridad. (Génesis 15, 12)

  • luego levantaron el campamento. Un miedo sobrenatural se apoderó de los habitantes de las ciudades vecinas, de tal manera que nadie se atrevió a perseguirlos. (Génesis 35, 5)

  • Israel se apoderó de todas sus ciudades, los Israelitas se instalaron en todas las ciudades de los amoritas, en Jesbón y en sus alrededores. (Números 21, 25)

  • Se apoderó de los moabitas un gran terror al ver cuan numeroso era ese pueblo: cundió el pavor en Moab por temor a Israel. (Números 22, 3)

  • Cuando Balaam levantó la vista, vio a Israel agrupado por tribus; entonces el espíritu de Dios se apoderó de él. (Números 24, 2)

  • Jaír, hijo de Manasés, se apoderó de las aldeas de ellos y las llamó Aldeas de Jaír. (Números 32, 41)

  • Nobaj se apoderó de Quenat y de sus aldeas y les puso su propio nombre de Nobaj. (Números 32, 42)

  • Ese mismo día, Josué se apoderó de Maquedá. Pasó a cuchillo a su rey y a sus habitantes. La consagró en anatema a Yavé con todos los que estaban en ella, sin perdonar a ninguno. El rey sufrió la misma suerte que el de Jericó. (Josué 10, 28)

  • Josué venció a todos estos reyes y se apoderó de todas estas tierras de una sola vez, porque Yavé peleó por Israel. (Josué 10, 42)

  • Josué se apoderó de todo el país, como Yavé se lo había dicho a Moisés, y se lo entregó en herencia a los israelitas para que lo repartieran entre sus tribus. Con esto el país descansó de la guerra. (Josué 11, 23)

  • Judá se apoderó de Gaza, de Ascalón y de Acarón con sus territorios respectivos. (Jueces 1, 18)

  • El rey les respondió a los mensajeros: «Es porque Israel, cuando subía de Egipto, se apoderó de mi país desde el Arnón hasta el Yaboc y el Jordán. Así que ahora devuélvemelo por las buenas.» (Jueces 11, 13)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina