Talált 439 Eredmények: batalla por el poder
Dio un golpe con todo su poder: deshizo a los soberbios y sus planes. (Evangelio según San Lucas 1, 51)
por lo que Juan hizo a todos esta declaración: «Yo les bautizo con agua, pero está para llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. El los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego. (Evangelio según San Lucas 3, 16)
y le dijo: «Te daré poder sobre estos pueblos, y sus riquezas serán tuyas, porque me las han entregado a mí y yo las doy a quien quiero. (Evangelio según San Lucas 4, 6)
Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su fama corrió por toda aquella región. (Evangelio según San Lucas 4, 14)
La gente quedó aterrada y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto? ¿Con qué autoridad y poder manda a los demonios? ¡Y miren cómo se van!» (Evangelio según San Lucas 4, 36)
Un día Jesús estaba enseñando, y había allí entre los asistentes unos fariseos y maestros de la Ley que habían venido de todas partes de Galilea, de Judea e incluso de Jerusalén. El poder del Señor se manifestaba ante ellos, realizando curaciones. (Evangelio según San Lucas 5, 17)
Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados.» Entonces dijo al paralítico: «Yo te lo ordeno: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» (Evangelio según San Lucas 5, 24)
Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. (Evangelio según San Lucas 9, 1)
Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes. (Evangelio según San Lucas 10, 19)
Pero algunos de ellos dijeron: «Este echa a los demonios con el poder de Belzebú, jefe de los demonios.» (Evangelio según San Lucas 11, 15)
Yo les voy a mostrar a quién deben temer: teman a Aquel que, después de quitarle a uno la vida, tiene poder para echarlo al infierno. Créanme que es a ése a quien deben temer. (Evangelio según San Lucas 12, 5)
Si ustedes no tienen poder sobre cosas tan pequeñas, ¿cómo van a preocuparse por las demás? (Evangelio según San Lucas 12, 26)