Talált 946 Eredmények: descendencia de David

  • Me levantaré contra ellos -dice Yavé de los Ejércitos- y acabaré en Babilonia con su nombre y su descendencia, con sus hijos y sus bastardos, dice Yavé. (Isaías 14, 22)

  • el trono será restablecido, estable gracias a la bondad, y en él se sentará bajo la carpa de David, un gobernante leal, amante del derecho, y dispuesto a hacer justicia.) (Isaías 16, 5)

  • Ustedes se fijaron en que las murallas de la ciudad de David estaban mal, muy mal, (Isaías 22, 9)

  • Pondré en sus manos la llave de la Casa de David; cuando él abra, nadie podrá cerrar, y cuando cierre, nadie podrá abrir. (Isaías 22, 22)

  • ¡Ay de Ariel, Ariel, ciudad donde acampó David! Añadan un año a otro año, que las fiestas den vuelta al año; (Isaías 29, 1)

  • Instalaré mi campamento frente a ti como David, te rodearé de empalizadas y cavaré trincheras a tu alrededor. (Isaías 29, 3)

  • No entrará en esta ciudad, pues lo asegura Yavé: «Yo defenderé esta ciudad y la salvaré en atención a mí y a mi servidor David.» (Isaías 37, 35)

  • «Esto has de decir a Ezequías de parte de Yavé, el Dios de su padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas; y ahora te voy a dar quince años más de vida. (Isaías 38, 5)

  • No temas, pues, ya que yo estoy contigo. Del Este haré venir a tu descendencia y del Oeste te reuniré. (Isaías 43, 5)

  • porque te extenderás a derecha y a izquierda. Tu descendencia conquistará las naciones y repoblará las ciudades desiertas. (Isaías 54, 3)

  • Atiéndanme y acérquense a mí, escúchenme y su alma vivirá. Voy a hacer con ustedes una alianza para siempre, para darles los bienes que tengo prometido a David. (Isaías 55, 3)

  • Haré nacer de Jacob una descendencia y de Judá herederos para mis montañas. Les corresponderán en herencia a mis elegidos y mis servidores harán allí sus casas. (Isaías 65, 9)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina