Talált 217 Eredmények: gracias
Por eso quiero darte gracias y cantartebbendeciré el Nombre del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 51, 12)
Apenas empecé a ponerle atención, se me concedió, y encontré en ella toda una doctrina. ¡Cuánto no progresé gracias a ella! Quiero rendirle gloria al que me la dio. (Sirácides (Eclesiástico) 51, 16)
Y dirás aquel día: «Te doy gracias, Yavé, porque estabas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste. (Isaías 12, 1)
Ustedes dirán ese día: ¡Denle las gracias a Yavé, vitoreen su Nombre! Publiquen entre los pueblos sus hazañas, celébrenlo, pues su Nombre es sublime. (Isaías 12, 4)
el trono será restablecido, estable gracias a la bondad, y en él se sentará bajo la carpa de David, un gobernante leal, amante del derecho, y dispuesto a hacer justicia.) (Isaías 16, 5)
pues, al ver a sus hijos de vuelta a su casa -gracias a mí- se pondrá a alabar mi Nombre.» Festejarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. (Isaías 29, 23)
Aquí subirán los habitantes de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Tierra Baja, de los cerros y del sur, trayendo víctimas y sacrificios, incienso y ofrendas, en acción de gracias al Templo de Yavé. (Jeremías 17, 26)
Y allí resonarán los cantos de acción de gracias y los gritos de alegría.Los multiplicaré en vez de disminuirlos, los honraré en lugar de humillarlos. (Jeremías 30, 19)
Joanán, hijo de Carea, y sus oficiales juntaron a toda la gente que Ismael se había llevado prisionera desde Mispá, después de asesinar a Godolías, y que se había vuelto gracias a ellos desde Gabaón: hombres, mujeres, niños y eunucos. (Jeremías 41, 16)
Pero, si tu adviertes al justo para que no peque y siga sin pecar, vivirá gracias a tu advertencia, y tú habrás salvado tu vida. (Ezequiel 3, 21)
Tu belleza se hizo célebre entre las naciones: era una belleza perfecta gracias a mi esplendor que derramaba sobre ti -palabra de Yavé. (Ezequiel 16, 14)
Gracias a tu inteligencia, gracias a tus negocios, ha aumentado tu riqueza y te ha crecido el orgullo en la misma medida que tu riqueza. (Ezequiel 28, 5)