Talált 218 Eredmények: miedo

  • Palpamos las paredes como ciegos y caminamos con miedo, como los que no ven. Tropezamos al mediodía como si fuera de noche, y en la fuerza de la edad, ya somos como muertos. (Isaías 59, 10)

  • No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte -palabra de Yavé.» (Jeremías 1, 8)

  • Ese día, dice Yavé, desfallecerá el corazón del rey y de los jefes; los sacerdotes temblarán de miedo, y los profetas, de espanto. (Jeremías 4, 9)

  • Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena ha llegado; el tiempo de la curación, y se presenta el miedo. (Jeremías 8, 15)

  • Sus ídolos son como un espantapájaros en un sandial, que no hablan; y tienen que ser transportados, pues no pueden andar. No les tengan miedo, que no pueden hacer ni el mal ni el bien. (Jeremías 10, 5)

  • Sus viudas son más numerosas que las arenas del mar. He dejado caer al salteador, en pleno día, sobre las madres de los jóvenes guerreros; de repente, se han apoderado de ellas el miedo y el terror. (Jeremías 15, 8)

  • Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta, ni deja de producir sus frutos. (Jeremías 17, 8)

  • ¡Que sean humillados mis perseguidores y no yo; que ellos tiemblen de miedo, no yo! Desata sobre ellos todas las calamidades, aplástalos bien aplastados. (Jeremías 17, 18)

  • Ahora bien, escucha por favor, mi señor; acoge mi súplica y no me vuelvas a enviar a la casa del secretario Jonatán, pues tengo miedo de morir allí.» (Jeremías 37, 20)

  • Sedecías dijo a Jeremías: «Les tengo miedo a los judíos que se han pasado a los caldeos; pues si me entregan a ellos, se vengarán de mi persona.» (Jeremías 38, 19)

  • les dirás: Sólo he suplicado al rey que no me haga volver a la casa de Jonatán, porque tengo miedo de morir allí.» (Jeremías 38, 26)

  • Perro yo te salvaré, dice Yavé, y no caerás en manos de los hombres a los que tú tienes miedo. (Jeremías 39, 17)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina