Talált 436 Eredmények: pasión de Cristo

  • Pero les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús nuestro Señor y del amor, fruto del Espíritu, que recen a Dios por mí. Luchen conmigo rogando por mí, (Carta a los Romanos 15, 30)

  • Saluden a Prisca y a Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús, (Carta a los Romanos 16, 3)

  • Saluden a Andrónico y Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Son apóstoles muy conocidos y se entregaron a Cristo antes que yo. (Carta a los Romanos 16, 7)

  • Saluden a Apeles, siempre firme en Cristo, y a la familia de Aristóbulo. (Carta a los Romanos 16, 10)

  • Salúdense unos a otros con el beso santo. Todas las Iglesias de Cristo les mandan saludos. (Carta a los Romanos 16, 16)

  • Esas personas no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino a sus propios estómagos, engañando a los ingenuos con palabras bonitas y piadosas. (Carta a los Romanos 16, 18)

  • El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás y lo pondrá bajo sus pies. La gracia de Cristo Jesús, nuestro Señor, esté con ustedes. (Carta a los Romanos 16, 20)

  • ¡Gloria sea dada al que tiene poder para afirmarlos en el Evangelio que anuncio y en la proclamación de Cristo Jesús! Pues se está descubriendo el plan misterioso mantenido oculto desde tantos siglos, (Carta a los Romanos 16, 25)

  • ¡A Dios, el único sabio, por medio de Cristo Jesús, a él sea la gloria por siempre! Amén. (Carta a los Romanos 16, 27)

  • De Pablo, apóstol de Cristo Jesús por decisión de Dios que lo ha llamado, y de Sóstenes nuestro hermano, (1º Carta a los Corintios 1, 1)

  • a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a ustedes que Dios santificó en Cristo Jesús. Pues fueron llamados a ser santos con todos aquellos que por todas partes invocan el Nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y de ellos. (1º Carta a los Corintios 1, 2)

  • Reciban bendición y paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, el Señor. (1º Carta a los Corintios 1, 3)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina