Talált 37 Eredmények: ternero

  • Diariamente se mataba un ternero, seis carneros escogidos y aves, y cada diez días se traía gran cantidad de vino. Todo esto corría por mi cuenta y, sin embargo, jamás pedí el pan del gobernador, porque los trabajos pesaban ya bastante sobre el pueblo. (Nehemías 5, 18)

  • Esto le agradará al Señor más que una víctima, más que un ternero con cuernos y pezuñas. (Salmos 69, 32)

  • Luego, en Horeb se hicieron un ternero y se postraron ante un metal fundido, (Salmos 106, 19)

  • El lobo habitará con el cordero, el puma se acostará junto al cabrito, el ternero comerá al lado del león y un niño chiquito los cuidará. (Isaías 11, 6)

  • Esos hombres que firmaron el acuerdo y que después violaron el acuerdo que se tomó en mi presencia, - todos esos tendrán una suerte parecida a la del ternero que partieron para luego pasar entre sus pedazos. (Jeremías 34, 18)

  • Hablo de los jefes de Judá y de Jerusalem, de los oficiales y de los sacerdotes, y de todos los propietarios que pasaron entre las mitades del ternero.. (Jeremías 34, 19)

  • Le tengo asco a tu ternero, Samaria, y estalla mi cólera contra él. ¿Cuánto tiempo más esperarán para limpiarse (Oseas 8, 5)

  • hijos de Israel? No es un Dios, pues ha sido hecho por un escultor; por eso el ternero de Samaria se hará cenizas. (Oseas 8, 6)

  • Los habitantes de Samaria se lamentan por su ternero de Betavén; su pueblo hace duelo por el ternero, y los sacerdotes lloran a su glorioso ídolo; (Oseas 10, 5)

  • Y todavía siguen pecando, pues se han fabricado con su plata un ídolo de metal fundido, diseñado a su gusto. Esto no es más que obra de artesanos, pero ellos dicen: «Ofrezcanles sacrificios», y hombres como ellos besan a un ternero. (Oseas 13, 2)

  • Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, (Evangelio según San Lucas 15, 23)

  • El le respondió: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo.» (Evangelio según San Lucas 15, 27)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina