Talált 220 Eredmények: trono blanco
Por mi vida -palabra de Yavé-, él morirá en el país del rey que lo puso en el trono, en la tierra de ese rey cuyo juramento despreció y cuya alianza rompió. Morirá en Babilonia. (Ezequiel 17, 16)
Me dijo: "Hijo de hombre, has visto el lugar de mi trono, el sitio para la planta de mis pies; allí habitaré para siempre en medio de los Israelitas. El pueblo de Israel junto con sus reyes no ensuciará más mi Santo Nombre con sus prostituciones o con los cadáveres de sus reyes cuando éstos mueran. (Ezequiel 43, 7)
Bendito seas en el trono de tu reino, cantado y glorificado eternamente (Daniel 3, 54)
En ese momento recobré la razón; recuperé mi trono y empecé nuevamente a gobernar, para gloria de mi reino. Mis consejeros y mis notables me reclamaron, me restablecieron en mi reino y se me dio un poder mayor todavía (Daniel 4, 33)
Pero se puso soberbio, porfiado y arrogante; entonces fue derrocado de su trono y le fue quitada su gloria. (Daniel 5, 20)
Estaba observando y vi lo siguiente: Pusieron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; su pelo, albo como la lana blanqueada. Su trono era de llamas de fuego con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)
Uno de los que estaban allí, delante del trono, me dijo ««El cuarto animal será un cuarto reino que habrá en la tierra, diferente a todos los reinos; devorará la tierra, la aplastará y la destruirá (Daniel 7, 23)
La noticia llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó sobre cenizas. (Jonás 3, 6)
El construirá el Templo de Yavé y recibirá el poder. Se sentará en un trono para gobernar, y también un sacerdote se sentará en un trono, con armonía perfecta entre ambos. (Zacarías 6, 13)
Pero yo les digo: ¡No juren! No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; (Evangelio según San Mateo 5, 34)
Tampoco jures por tu propia cabeza, pues no puedes hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos. (Evangelio según San Mateo 5, 36)
Jesús contestó: «A ustedes que me han seguido, yo les digo: cuando todo comience nuevamente, y el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, ustedes también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. (Evangelio según San Mateo 19, 28)