Talált 86 Eredmények: víctimas

  • Aquel día ofrecieron a Yavé víctimas consumidas por el fuego, tomando para esto setecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían recogido. (2 Crónicas 15, 11)

  • Pero como los sacerdotes eran pocos y no daban abasto para desollar todas estas víctimas, los ayudaron sus hermanos los levitas hasta terminar la labor, y hasta que los sacerdotes se purificaron. Pues los levitas estaban más instruidos que los sacerdotes sobre los ritos de purificación. (2 Crónicas 29, 34)

  • Josías reservó para la gente del pueblo corderos y cabritos en número de treinta mil, todos ellos como víctimas pascuales, para cuantos se hallaban presentes, y tres mil bueyes. Todo ello de la hacienda del rey. (2 Crónicas 35, 7)

  • Se inmolaron las víctimas pascuales, y mientras los sacerdotes por su propia mano rociaban con la sangre, los levitas las desollaban. (2 Crónicas 35, 11)

  • Construyeron el altar en el mismo lugar, a pesar del miedo que tenían de la gente del país, y ofrecieron en él víctimas consumidas por el fuego, sacrificio de la mañana y de la tarde. (Esdras 3, 3)

  • Celebraron la fiesta de los Tabernáculos, como está escrito, y ofrecieron cada día víctimas consumidas por el fuego, según el rito establecido. (Esdras 3, 4)

  • Empezaron a ofrecer las víctimas consumidas por el fuego desde el día primero del mes séptimo, cuando aún no se habían puesto los cimientos del Templo de Yavé. (Esdras 3, 6)

  • Los judíos que habían vuelto del destierro ofrecieron sacrificios al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos por el pecado. Todo como víctimas quemadas a Yavé. (Esdras 8, 35)

  • Cuando supo Asuero el número de víctimas en Susa, dijo a la reina: (Ester 9, 11)

  • No quisiste sacrificios ni ofrendas- lo dijiste y penetró en mis oídos- no pediste holocaustos ni víctimas. (Salmos 40, 7)

  • Según él, se suprimían las víctimas consumidas por el fuego, los sacrificios y otras ofrendas en el Santuario. Se debía tener por días ordinarios no sólo los sábados, sino también las fiestas sagradas. (1 Macabeos 1, 45)

  • Entonces los judíos salieron de su emboscada, se precipitaron sobre ellos y los mataron; hubo muchas víctimas y otros huyeron al monte. Se apoderaron de todos los despojos. (1 Macabeos 9, 40)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina