Talált 102 Eredmények: Animal

  • Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: "Vayan a buscar un animal del ganado menor para cada familia e inmolen la víctima pascual. (Exodo 12, 21)

  • Pero nadie pondrá su mano sobre el culpable, sino que deberá ser apedreado o muerto a flechazos; sea hombre o animal, no quedará vivo. Y cuando suene la trompeta, ellos subirán a la montaña’". (Exodo 19, 13)

  • Y si el buey embiste a un esclavo o a una esclava, el dueño del animal pagará treinta siclos de plata al dueño del esclavo, y el buey será muerto a pedradas. (Exodo 21, 32)

  • el propietario del pozo deberá indemnizar: pagará en efectivo al dueño del buey o del asno el precio debido, y el animal muerto quedará para él. (Exodo 21, 34)

  • Si el buey de un hombre embiste al buey de otro hombre, ocasionándole la muerte, venderán el buey vivo y se repartirán el importe; e igualmente se repartirán el animal muerto. (Exodo 21, 35)

  • Pero si ya era notorio que el buey embestía habitualmente, y su dueño no lo vigiló, este pagará buey por buey y el animal muerto será para él. (Exodo 21, 36)

  • Si alguien entrega a otra persona un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal para su custodia, y el animal muere, sufre una fractura o es sustraído en ausencia de testigos, (Exodo 22, 9)

  • Pero si el animal fue robado estando presente el depositario, deberá indemnizar. (Exodo 22, 11)

  • Si el animal ha sido despedazado por una fiera, traerá como testimonio los despojos y no tendrá que indemnizar por él. (Exodo 22, 12)

  • Si alguien pide prestado un animal, y este sufre una fractura o muere en ausencia de su dueño, el que lo recibió en préstamo deberá indemnizar. (Exodo 22, 13)

  • Ustedes estarán consagrados a mí. No coman la carne de un animal despedazado por una fiera, sino arrójenla a los perros. (Exodo 22, 30)

  • Dividirás el animal en pedazos, lavarás sus entrañas y sus patas, y las colocarás sobre las partes restantes y sobre su cabeza. (Exodo 29, 17)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina