Talált 60 Eredmények: Damasco

  • Cuando la noticia llegó a los demás israelitas, todos, como un solo hombre, cayeron sobre ellos y los arrasaron hasta Jobai. También acudieron los de Jerusalén y los de toda la montaña, porque ya se habían enterado de lo ocurrido en el campamento. Además, los de Galaad y los de Galilea los acometieron por los flancos, causándoles un gran estrago, hasta más allá de Damasco y sus fronteras. (Judit 15, 5)

  • Los habitantes de Gaza fueron a pedirle clemencia y Jonatán hizo las paces con ellos, pero tomó como rehenes a los hijos de los jefes y los envió a Jerusalén. Luego atravesó el país en dirección a Damasco. (I Macabeos 11, 62)

  • Luego reanudó la marcha hacia Damasco y recorrió toda la región. (I Macabeos 12, 32)

  • Tu cuello es como una torre de marfil. Tus ojos, como las piscinas de Jesbón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz es como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco. (Cantar 7, 5)

  • Pero así habla el Señor: Eso no se realizará, eso no sucederá. y la cabeza de Damasco, Resín; y la cabeza de Samaría, el hijo de Remalías. Efraím será destrozado, y no será más un pueblo-. (Isaías 7, 7)

  • porque antes de que el niño aprenda a decir ‘papá’ y ‘mamá’, las riquezas de Damasco y el botín de Samaría serán llevados ante el rey de Asiria". (Isaías 8, 4)

  • ¿No le pasó a Calnó lo mismo que a Carquemis? ¿No es Jamat como Arpad y Samaría como Damasco? (Isaías 10, 9)

  • Oráculo sobre Damasco. ¡Miren! Damasco ya no será una ciudad, se ha convertido en un montón de ruinas. (Isaías 17, 1)

  • Efraím perderá su plaza fuerte y Damasco, la realeza. El resto de Arám tendrá la misma suerte que la gloria de los hijos de Israel -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Isaías 17, 3)

  • Para Damasco. Jamat y Arpad están avergonzadas, porque han oído una mala noticia; su corazón se deshace de ansiedad, no puede calmarse. (Jeremías 49, 23)

  • Damasco desfallece, emprende la huida, la asalta el terror, es presa de la angustia y los dolores como una parturienta. (Jeremías 49, 24)

  • Yo prenderé fuego a la fortaleza de Damasco y él devorará los palacios de Ben Hadad. (Jeremías 49, 27)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina