Talált 784 Eredmények: Red

  • En el censo se registró un total de 23.000 levitas varones, mayores de un mes. Ellos no figuraron en el censo de los demás israelitas, porque no se les había asignado una propiedad hereditaria entre los israelitas. (Números 26, 62)

  • "Las hijas de Selofjad tienen razón. Asígnales una propiedad hereditaria entre los hermanos de su padre y transfiéreles la herencia de su padre. (Números 27, 7)

  • No volveremos a nuestros hogares hasta que cada israelita haya tomado posesión de su propiedad hereditaria. (Números 32, 18)

  • Pasaremos como guerreros a la tierra de Canaán, a las órdenes del Señor, pero conservaremos nuestra propiedad hereditaria al otro lado del Jordán". (Números 32, 32)

  • Además, se repartirán el país entre sus clanes por medio de un sorteo, asignando una herencia mayor al grupo más numeroso, y una herencia más pequeña al grupo más reducido: cada uno tendrá lo que le toque en suerte, y se repartirán la tierra entre las tribus patriarcales. (Números 33, 54)

  • esas dos tribus y media recibieron su propiedad hereditaria al otro lado del Jordán, al este de Jericó, en la parte oriental. (Números 34, 15)

  • Ordena a los israelitas que cedan a los levitas, de su patrimonio hereditario, ciudades para vivir y campos de pastoreo alrededor de las mismas. (Números 35, 2)

  • Los campos de pastoreo de las ciudades que ustedes cederán a los levitas, se extenderán hasta quinientos metros alrededor de la ciudad, a partir de las murallas. (Números 35, 4)

  • La parte hereditaria de los israelitas no pasará de una tribu a otra, sino que cada israelita deberá retener la herencia de su tribu paterna. (Números 36, 7)

  • Después dimos vuelta y nos pusimos en camino hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo, como me lo había dicho el Señor. Durante muchos días estuvimos dando vueltas alrededor del macizo de Seír, (Deuteronomio 2, 1)

  • "Basta ya de dar vueltas alrededor de esta montaña. Ahora diríjanse hacia el norte. (Deuteronomio 2, 3)

  • "Y ahora, ordenó el Señor, reanuden la marcha y crucen el torrente Zéred". Entonces pasamos el torrente Zéred. (Deuteronomio 2, 13)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina