Talált 784 Eredmények: Red

  • Desde que salimos de Cades Barné hasta que cruzamos el torrente Zéred, transcurrieron treinta y ocho años: el tiempo suficiente para que muriera toda aquella generación de guerreros, como el Señor se lo había jurado. (Deuteronomio 2, 14)

  • No vayan detrás de otros dioses, de los dioses de los pueblos que están alrededor de ustedes. (Deuteronomio 6, 14)

  • Pero cuando pasen el Jordán y se establezcan en la tierra que el Señor, su Dios, les dará como herencia, cuando él les dé el descanso, librándolos de todos los enemigos que estén a su alrededor, y ustedes se sientan seguros, (Deuteronomio 12, 10)

  • -los dioses de los pueblos próximos o lejanos que están a tu alrededor, de un extremo al otro de la tierra- (Deuteronomio 13, 8)

  • Cuando entres en el país que el Señor, tu Dios, te dará, cuando lo tomes en posesión y vivas en él, si alguna vez dices: "Voy a poner un rey para que me gobierne, como todas las naciones que están a mi alrededor", (Deuteronomio 17, 14)

  • No desplazarás los límites de la propiedad de tu vecino, los que han establecido los predecesores, en la herencia que recibirás cuando tomes posesión de la tierra que te da el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 19, 14)

  • tus ancianos y tus jueces irán a medir las distancias que hay entre la víctima y las ciudades de alrededor. (Deuteronomio 21, 2)

  • Cuando construyas una casa nueva, pondrás una baranda alrededor de la terraza. Así no harás a tu casa responsable de derramamiento de sangre, en el caso de que alguien se caiga de allí. (Deuteronomio 22, 8)

  • Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te libre definitivamente de todos los enemigos que están a tu alrededor, en la tierra que él te dará en herencia, borrarás de todas partes el recuerdo de Amalec. ¡No lo olvides! (Deuteronomio 25, 19)

  • Y durante el asedio, será tal la penuria a que te reducirá tu enemigo, que te comerás hasta el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijos y de tus hijas, los mismos que el Señor, tu Dios, te había dado. (Deuteronomio 28, 53)

  • para no compartir con ellos la carne de sus hijos: se la comerá él solo, porque ya no le quedará más nada, en medio del asedio y la penuria a que te reducirá tu enemigo en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 55)

  • y se ocultará para comer la placenta salida de su seno y a los hijos que dé a luz, porque estará privada de todo, en medio del asedio y la penuria a que te reducirá tu enemigo. (Deuteronomio 28, 57)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina