Talált 286 Eredmények: alianza

  • Por eso nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: ‘Provéanse de víveres para el camino, vayan a su encuentro y díganles: somos sus servidores, hagan por lo tanto una alianza con nosotros’. (Josué 9, 11)

  • Si quebrantan la alianza del Señor, su Dios, la que él les impuso, y van a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos, la ira del Señor arderá contra ustedes, y desaparecerán muy pronto de la hermosa tierra que él les dio". (Josué 23, 16)

  • Aquel día Josué estableció una alianza para el pueblo, y les impuso una legislación y un derecho, en Siquém. (Josué 24, 25)

  • El Ángel del Señor subió de Guilgal a Bojím y dijo: "Yo los hice subir de Egipto y los introduje en la tierra que prometí a sus padres con un juramento. También dije: ‘Jamás quebrantaré mi alianza con ustedes. (Jueces 2, 1)

  • Pero ustedes no harán ninguna alianza con los habitantes de este país y destruirán sus altares’. A pesar de eso, no escucharon mi voz. ¿Por qué han obrado así? (Jueces 2, 2)

  • La ira del Señor se encendió contra Israel, y él dijo: "Ya que este pueblo ha quebrantado mi alianza, la que yo prescribí a sus padres, y no ha escuchado mi voz, (Jueces 2, 20)

  • Después consultaron al Señor, porque en aquel tiempo el Arca de la Alianza de Dios se encontraba allí, (Jueces 20, 27)

  • Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos". (I Samuel 4, 3)

  • El pueblo envió unos hombres a Silo, y trajeron de allí el Arca de la Alianza del Señor de los ejércitos, que tiene su trono sobre los querubines. Jofní y Pinjás, los dos hijos de Elí, acompañaban el Arca. (I Samuel 4, 4)

  • Cuando el Arca de la Alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron una gran ovación y tembló la tierra. (I Samuel 4, 5)

  • Sí, mi casa está firme junto a Dios, porque él estableció por mí una alianza eterna, bien estipulada y garantida. ¿Acaso él no hace germinar lo que me da la victoria y lo que cumple mis deseos? (II Samuel 23, 5)

  • Salomón se despertó, y comprendió que había tenido un sueño. Luego regresó a Jerusalén y se presentó ante el Arca de la Alianza del Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de comunión, e hizo un banquete para todos sus servidores. (I Reyes 3, 15)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina