Talált 187 Eredmények: culto a Baal

  • Y si ellos aprenden los caminos de mi pueblo, jurando por mi Nombre, por la vida del Señor, como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces serán edificados en medio de mi pueblo. (Jeremías 12, 16)

  • Han edificado lugares altos a Baal, para quemar en el fuego a sus hijos como holocaustos a Baal, cosa que yo no había ordenado ni dicho, y que jamás se me pasó por la mente. (Jeremías 19, 5)

  • Entre los profetas de Samaría, yo he visto el desatino: ellos profetizaban por Baal y extraviaron a mi pueblo Israel. (Jeremías 23, 13)

  • Con los sueños que se cuentan unos a otros, ellos piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi Nombre, como sus padres olvidaron mi Nombre por el de Baal. (Jeremías 23, 27)

  • Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán en ella, le prenderán fuego y la quemarán, con las casas sobre cuyos techos se quemaba incienso a Baal y se derramaban libaciones a otros dioses, a fin de agraviarme. (Jeremías 32, 29)

  • Han edificado los lugares altos de Baal que están en el valle de Ben Hinnóm, para hacer pasar por el fuego en honor de Moloc a sus hijos y a sus hijas, cosas que yo no les había mandado ni se me había pasado por la mente: ¡cometer esta abominación para hacer pecar a Judá! (Jeremías 32, 35)

  • Tomaron también las ollas, las palas, los cuchillos, los aspersorios, las fuentes y todos los utensilios de bronce que servían para el culto. (Jeremías 52, 18)

  • por eso, yo desmantelaré la ladera de Moab, arrasaré de un extremo al otro sus ciudades, las joyas de ese país: Bet Iesimot, Baal Meón y Quiriataim. (Ezequiel 25, 9)

  • Él me dijo: "Esta habitación que da hacia el sur es para los sacerdotes encargados del culto de la Casa, (Ezequiel 40, 45)

  • y la habitación que da hacia el norte es para los sacerdotes encargados del culto del altar. Estos son los hijos de Sadoc, aquellos levitas que se acercan al Señor para servirlo". (Ezequiel 40, 46)

  • Cuando los sacerdotes entren en el Santuario, no saldrán del lugar santo al atrio exterior sin dejar antes en ellas las vestiduras utilizadas para el culto, porque esas vestiduras son sagradas. Deberán ponerse otra ropa para acercarse al sitio destinado al pueblo". (Ezequiel 42, 14)

  • Ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite fresco; el que le prodigaba la plata y el oro que ellos emplearon para Baal. (Oseas 2, 10)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina