Talált 197 Eredmények: doce espías
Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: (Marcos 10, 32)
Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania. (Marcos 11, 11)
Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a ver a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. (Marcos 14, 10)
Al atardecer, Jesús llegó con los Doce. (Marcos 14, 17)
Él les respondió: «Es uno de los Doce, uno que se sirve de la misma fuente que yo. (Marcos 14, 20)
Jesús estaba hablando todavía, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. (Marcos 14, 43)
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, (Lucas 2, 42)
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: (Lucas 6, 13)
Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce (Lucas 8, 1)
porque su única hija, que tenía unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba, la multitud lo apretaba hasta sofocarlo. (Lucas 8, 42)
Una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años y a quien nadie había podido curar, (Lucas 8, 43)
Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades. (Lucas 9, 1)