Talált 341 Eredmények: envió

  • En su tiempo, atacó Senaquerib y envió delante de él a Rabsaqués, que levantó la mano contra Sión y se jactó con arrogancia. (Eclesiástico 48, 18)

  • Yo lo envío contra una nación impía, lo mando contra un pueblo que provocó mi furor, para saquear los despojos y arrebatar el botín, y pisotearlo como al barro de las calles. (Isaías 10, 6)

  • Babilonia, hermosura de los reinos, gloria y orgullo de los caldeos, soportará la misma catástrofe que Dios envió a Sodoma y Gomorra. (Isaías 13, 19)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al copero mayor acompañado de una fuerte escolta. Este se apostó junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (Isaías 36, 2)

  • Pero el copero mayor les replicó: "¿Acaso mi señor me envió a decir estas cosas a tu señor y a ti? ¿No están dirigidas a esos hombres apostados sobre la muralla, que tendrán que comer sus excrementos y beber su orina, igual que ustedes?". (Isaías 36, 12)

  • Además, envió al mayordomo de palacio Eliaquím, al secretario Sebná y a los sacerdotes más ancianos, todos cubiertos de sayales, para decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (Isaías 37, 2)

  • Tal vez el Señor, tu Dios, escuche las palabras del copero mayor, a quien el rey de Asiria, su señor, envió para insultar al Dios viviente, y el Señor tu Dios, lo castigue por las palabras que ha escuchado. Eleva entonces una plegaria por el resto que todavía subsiste". (Isaías 37, 4)

  • al recibir esta noticia acerca de Tirjacá, rey de Cus: "Se ha puesto en campaña para combatirte". Al oír esto, Senaquerib envió mensajeros a Ezequías para decirle: (Isaías 37, 9)

  • En aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió una carta y un presente a Ezequías, al enterarse de que se había restablecido de su enfermedad. (Isaías 39, 1)

  • ¿Quién es ciego, sino mi servidor y sordo como el mensajero que yo envío? ¿Quién es ciego como el que ha pactado conmigo y sordo como el servidor del Señor? (Isaías 42, 19)

  • El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vendar los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros, (Isaías 61, 1)

  • Porque yo envío contra ustedes serpientes venenosas, contra las que no hay encantamientos: ellas los morderán -oráculo del Señor- (Jeremías 8, 17)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina