Talált 341 Eredmények: envió

  • Yo envío aventadores a Babilonia, para que la avienten y vacíen su tierra. ¡Sí, la atacarán de todas partes en el día de su desgracia! (Jeremías 51, 2)

  • Él envió un fuego desde lo alto, lo hizo bajar hasta mis huesos. Tendió una red a mis pies, me hizo retroceder. Me convirtió en una desolación, estoy siempre dolorida. (Lamentaciones 1, 13)

  • y se lo envió a Jerusalén, al sacerdote Joaquím, hijo de Jilquías, hijo de Salóm, y a los otros sacerdotes y a todo el pueblo que se encontraba con él en Jerusalén. (Baruc 1, 7)

  • Nosotros no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios, conforme a todas las palabras de los profetas que él nos envió. (Baruc 1, 21)

  • Él me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres se han sublevado contra mí hasta el día de hoy. (Ezequiel 2, 3)

  • Son hombres obstinados y de corazón endurecido aquellos a los que yo te envío, para que les digas: "Así habla el Señor" . (Ezequiel 2, 4)

  • O si envío la peste contra ese país y desahogo en forma sangrienta mi indignación contra ellos, extirpando por igual a hombres y animales; (Ezequiel 14, 19)

  • Apenas los vio, se enamoró perdidamente de ellos y les envió mensajeros a Caldea. (Ezequiel 23, 16)

  • Cuando Efraím vio su enfermedad y Judá su llaga, Efraím acudió a Asiria y Judá envió mensajeros al gran rey. Pero él no puede sanarlos ni curarlos de la llaga. (Oseas 5, 13)

  • El Señor respondió y dijo a su pueblo: "Ahora, yo les envío el trigo, el vino nuevo y el aceite, y ustedes se saciarán con esto. Nunca más los entregaré al oprobio entre las naciones. (Joel 2, 19)

  • Pero el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, y se desencadenó una tempestad tan grande que el barco estaba a punto de partirse. (Jonás 1, 4)

  • El hombre que estaba entre los mirtos dijo: "Estos son los que el Señor envió a recorrer la tierra". (Zacarías 1, 10)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina