Talált 38 Eredmények: majestad

  • Su gloria se acrecentó por tu triunfo, tú lo revistes de esplendor y majestad; (Salmos 21, 6)

  • con gloria y majestad, avanza triunfalmente; cabalga en defensa de la verdad y de los pobres. Tu mano hace justicia y tu derecha, proezas; (Salmos 45, 5)

  • ¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes. (Salmos 68, 35)

  • ¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder. El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! (Salmos 93, 1)

  • en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario, poder y hermosura. (Salmos 96, 6)

  • Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad (Salmos 104, 1)

  • Su obra es esplendor y majestad, su justicia permanece para siempre. (Salmos 111, 3)

  • alaben el nombre del Señor. Porque sólo su Nombre es sublime; su majestad está sobre el cielo y la tierra, (Salmos 148, 13)

  • Y no se podía defraudar a los que habían depositado su confianza en la santidad de ese Lugar y en la inviolable majestad de aquel Templo venerado en todo el mundo. (II Macabeos 3, 12)

  • Rogaban al Señor que hiciera esto, si no por ellos mismos, al menos por las Alianzas concedidas a sus padres y porque ellos llevaban su Nombre augusto y lleno de majestad. (II Macabeos 8, 15)

  • Porque sobre sus vestiduras sacerdotales estaba el mundo entero, sobre las cuatro hileras de piedras preciosas estaban grabados los nombres gloriosos de los Padres, y sobre la diadema de su cabeza estaba tu Majestad. (Sabiduría 18, 24)

  • ¡Entra en la roca y escóndete en el polvo, lejos del Terror del Señor y del esplendor de su majestad! (Isaías 2, 10)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina